23 nov 2006

Dos cosas

UNO
Tal vez me faltó decir que me encanta el trabajo de Charlotte y me identificó con ella por ser artista, por ser mujer, y por tratar de ordenar y expresar de alguna manera una maraña de sentimientos internos incomprensibles. Cuando veo las pinturas que hizo en esas condiciones de vida tan difíciles, me siento de cierta manera culpable. Me aterra finalmente que haya superado el suicidio por amor a Daberlohn; sin embargo creo que cuando uno es amado, deja de pertenecer a sí mismo y se vuelve un poco de los demás: eso tal vez evita que uno abuse del poder sobre su vida.

DOS
Cuando vivía en Israel leí a Primo Levi y creo que Javier en la reseña que hizo sobre Time´s Arrow tiene toda la razón cuando dice que Levi nunca pudo escapar de Auschwitz; en realidad nadie pudo escapar: ni los vivos ni los muertos ni nosotros.

4 comentarios:

Javier Moreno dijo...

Four years after the writer's death, Maurice Goldstein, the president of the Auschwitz international committee, wrote: "Auschwitz reclaimed him." (Tomado de acá)

mccortes dijo...

¿Usted qué piensa?

Javier Moreno dijo...

Yo creo, como Amis y algunos de los de los citados en ese artículo que enlacé, que Levi quitó la vida porque ser un sobreviviente de Auschwitz le dio la posibilidad (y casi que la obligación) de decidir cómo vivía y cómo terminaba su vida. Dado que Auschwitz lo perseguía (ojo a esa cita tomada de The Truce que aparece en el artículo), su manera última de confrontarlo fue decir "Usted no me mató, usted no pudo conmigo, yo decido, yo me mato." Y eso hizo.

Amis lo dice mejor: "My alternative title was The nature of the offence - a phrase of Primo Levi's. The offence was of such a nature that perhaps we can see Levi's sucide as an act of ironic heroism, an act that asserts something like: My life is mine and mine alone to take."

(Por otro lado, y regresando a lo que dice en su entrada, yo sí creo que algunos de nosotros hemos escapado de Auschwitz, en la medida en que sólo tenemos acceso a representaciones parciales de lo que fue. Yo pienso que la mayoría de las personas no somos capaces de imaginar la monstruosidad que debieron ser los campos de concentración. Ni el dolor, ni la impotencia, ni el olor, ni los ruidos. En este caso particular la experiencia marca una diferencia vasta. Levi hizo su trabajo y Amis complementa, y lo mismo hacen muchos otros, y esos esfuerzos son valiosos porque no dejan olvidar, pero la naturaleza de la ofensa está en el límite de esas representaciones y es, en mi opinión, inalcanzable, para mal o para bien.

Nosotros no nos quedamos en Auschwitz porque nunca estuvimos, sólo lo recordamos. La misma suerte no tuvo Levi. Él sí que se quedó. A él lo despertaban los gritos en alemán treinta años después de escapar.)

mccortes dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted en que no podemos revivir ni siquiera lejanamente la experiencia que tuvieron los que estuvieron allí. Sin embargo yo creo que hay diferentes encadenamientos al Holocausto en general - no sólo a Auschwitz: el de los que lo vivieron, que recuerdan los abusos de la experiencia y nos la pueden contar y el de aquellos que no pueden recordar por que murieron en el camino. Pero también hay un encadenamiento histórico al holocausto porque cada hombre, cada mujer y cada niño que vivió ese drama se vuelve un símbolo del ser humano maltratado por otro ser humano. En ese sentido el holocausto es un error moral gravísimo de la historia que encadena necesariamente a toda la humanidad y por eso pienso que nosotros tampoco escapamos del Holocausto. Estamos, como seres humanos déviles e imorales irremediablemnte atados a él como Prometeo a su piedra.