Y pensar que jugando a las escondidas detrás de estas bancas comenzaría, muchos años antes de hacerlo detrás del polvo de sus lentes y del claro orden geometrico del amore Dei intellectualis, a buscar al elusivo Dios del universo el jóven maestro Baruj ben Mijael Despinosa.
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Y pensar que jugando a las escondidas detrás de estas bancas comenzaría, muchos años antes de hacerlo detrás del polvo de sus lentes y del claro orden geometrico del amore Dei intellectualis, a buscar al elusivo Dios del universo el jóven maestro Baruj ben Mijael Despinosa.
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