Hoy estuve caminando por Suomenlinna y el viento, que estaba a menos cinco, me dio muy duro (hasta me comí yo sola un chocolate...). Sin embargo valió la pena la congelada.
La salida del puerto de Helsinki: la línea blanca es el hielo.
La cabina del barco
Una de mis islas en el camino
Una entrada a la fortaleza en la isla principal
Una de las casas suecas
El perfil de unos cañones y sus óxidos...
Y lo mejor de todo: el límite en donde se está acabando el hielo en el mar.
20 mar 2007
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2 comentarios:
¿un chocolate entero? ¿de Fazer?
Si, pero de los mas chiquitos :)
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